LA HISTORIA EL PIN UP
LA HISTORIA DEL PIN UP
CAPÍTULO ESPECIAL
ALBERTO VARGAS
1896 1982.
Compilado y redactado por
José L. Parada C,
Director. Fundador
Action Art Europe
Escuela de Aerografía
www.actionart.es
Un
desconocido bien pagado.
Haber
realizado un trabajo artístico editorial innumerable y sugerente antes de la aparición de
la televisión, en un momento cultural tan limitante en materia sexual. Por
venir de una región del planeta, un tanto separada del mundo moderno como lo
era el Perú, haber trabajado para un mercado armario como lo era, para aquel entonces, la ilustración
pornográfica heterosexual de los años 40´s y 50´s, son algunos de los
delimitantes que mantuvieron a este ilustrador en el anonimato público, más no
el editorial, que bien supo aprovechar su talento durante más de 50´s años y
del que, afortunadamente, pudo lucrarse de manera consecutiva por ser la
revista Playboy, la primera en encomendarle sus infinitos encargos .
Justo en el momento histórico al final del
siglo XX, cuando la pornografía pasó a ser abiertamente, una de tantas y
gratuitas alternativas para todo tipo de público, que tenga cualquier
dispositivo con acceso a la red, y la cual, no distingue edad, raza, credo,
tendencia, gusto y posibilidades, 24 horas al día, y que es ahora un
entretenimiento tan masivo, y nada limitado por las ligas de la decencia, la
expresión moral, o ningún tipo de barrera cultural o política. Alberto Vargas sale de ese grupo de artistas incomprendidos, y ha pasado a la historia como un innovador explícito de justo valor y justa medida.
Visto como la industria del entretenimiento sexual ha cambiado en el siglo XXI, podemos entender por qué nos parece tan distintos sus trabajos ahora.
A partir
de ese momento, cuando el Internet comenzaba a romper paradigmas conductuales,
la imagen de Alberto Vargas pasó a ser reconocida por su nivel técnico y
artístico. desde los 80´s, pasó a ser un legado ilustrativo, que por
su trayectoria invicta, tiene relevancia, valor y nivel frente al mundo del Pin
up y su historia, la cual abordaremos en este capítulo especial en su memoria.
Nacido en
Arequipa, emigró a los Estados Unidos en 1916, justo había estudiado Bellas
Artes en Europa, antes de que comenzará la Primera Guerra Mundial. Pese a los diversos trabajos realizados en
varias compañías, su inquietud por la forma y la figura, tuvieron un destacado
gusto por desarrollar un concepto claro, y compuesto de nivel técnico y
conceptual, diferente, lógicamente a lo establecido cultural y comercialmente. Recordemos que el camino que la imagen de la mujer estaba desarrollando en el
mundo publicitario, y diversos ámbitos sociales, ya venían marcando un
determinado fin, que tuvo una tibia efervescencia en los locos años 20´s.
En la
década de los 40´s, en plena Segunda Guerra Mundial, fue la revista Esquire,
la que primeramente explotó la imagen de la Pin up de una manera directa, es
decir, antes del impacto de la típica y sugerente chica, que incitaba o
provocaba con su apariencia ingenua, sin dejar de ser provocativa, George Petty
habían hecho lo suyo, la diferencia entre ambos, a demás de su nacionalidad,
era que Petty justificaba la presencia de la chica con el producto que se
anunciaba, en cambio Vargas iba a lo
suyo, hacer pensar en sexo.
Cuando la
liberación femenina llegó en los años 60´s, la gran batalla legal que Esquire
libró contra Playboy, dejó a Vargas en serios problemas financieros por un
tiempo. Sin embargo, con el tiempo, la fama de Vargas dentro del mercado
heterosexual de sus ya, desnudas chicas al alcance del insaciable mercado
masculino, sabrían cosechar un merecido resurgimiento ante aquellas penosas
vicisitudes legales.
Una de las
más importantes connotaciones que Alberto Vargas dejó bien claro en todos sus
trabajos, fue el uso del aerógrafo.
La
acuarela y la inclusión del acrílico en aerografía,
fue perfeccionando cada vez, la calidad y realismo que sus hermosos dibujos
recreaban, logrando así, no solo el impacto visual y agradable que su nivel
artístico ya tenía, en materia de dibujo de la figura, sino a la propia historia de la aerografía, que
igualmente no deja de valorar su aporte, y que todos los artistas del aerógrafo deberían tomar en cuenta.
En 1974,
tras el fallecimiento de su esposa Anna Mae,
a sus 78 años de edad, Vargas entró en un letargo comercial, marcado lógicamente
por su viudez y tal vez, por los grandes cambios comerciales dentro la
industria que ya se hacían notar, tanto con la aparición de otros ilustradores
con nuevas propuestas como fue el caso de Hajime Sorayama, y del hablaremos en
su momento, o la llegada de los sistemas de vídeo casero como lo fue el
Betamax, y que colaboró con la llegada de la pornografía a casa.
En 1980,
la revista Esquire donó el legado de Vargas al museo Art Sprencer de la
Universidad de Kansas, la revista Playboy mantiene vigente su legado, así como
otras famosas editoriales que comercializan sus ilustraciones en diversas
ediciones.
Alberto
Vargas falleció en Diciembre de 1982, como consecuencia de un accidente cerebro
vascular a los 86 años de edad.
En 1985,
la revista norteamericana Airbrush
Action creó el premio Vargas, como un galardón anual a todos aquellos artistas
comerciales que han logrado, no solo una extraordinaria trayectoria en algún
medio, sino un valioso aporte conceptual y técnico al mundo editorial, publicitario
y artístico, dejando así que el nombre del famoso y perseverante artista
peruano no desaparezca de la historia y se recuerde por siempre por el gremio.
En el próximo capítulo...
Los años 40´s
El Pin Up comienza su era dorada y eterna
y toca un mundo que del que nunca
se separará: El Kustom.
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