HISTORIA DE LA AEROGRAFÍA

1960


La Aerografía y la década de la revoluciones




Paradójicamente a los cambios de la historia, durante los añós 60´s no fueron tanto la publicidad, el academicismo, la industria o el diseño, donde el aerógrafo marcó su escencia atomizadora, fue en las artes conceptuales donde la aerografía encontró un pequeño oasis, pues al su alrededor el mundo se destapaba y enrollaba en una desatada  acometida histórica, contracultural y muy violenta.





Durante esta turbulenta década, las artes conceptuales tuvieron su época de oro. El mundo se sacudía entre presiones políticas y culturales que por un lado la "liberaban" y por otro la reprimían, la paz no fue casi en ningún caso, una opción que se pudiera discutir, incluso, los medios publicitarios cotribuyeron con el insconciente colectivo en la desenfrenada búsqueda del clímax, Nirvana o encontrar el insaciable deseo de placer que de alguna u otra forma todos querían experimentar. Las artes conceptuales evadieron a toda costa los sistemas de vida conservadores. Las entonces poderosas fuerzas políticas que dominaban al mundo ideológicamente, representaban entre sí una amenaza recíproca, encontrando ambas en la guerra una forma de comercializar sus mercados para "implantar la paz".



La revolución sexual, el imperio de las drogas, los ideales lunáticos del mundo en general, fueron la musa de los movimientos artísticos que desnudaron públicamente la experimentación psicodélica de las artes visuales en pro del mundo de las sensaciones. El Op-art, el cinetismo y el Pop-Art, reunieron todas aquellas herramientas comerciales de las artes gráficas que como el aerógrafo, habían sido catalogadas de artes menores.




Los años 60´s fue una década de reclamos, luchas, rebeldías, represiones y libertades, un ambiente tan agitado motivó a fotográfos, litógrafos, serigrafistas, grabadores, dibujantes del cómics y aerografistas a plasmar y juzgar un mundo apocalíptico, de social y moral decadencia, enmarcada en una violenta psicodélia que intentó llevar al espectador a otra dimensión mejor que la real, o a un llamado o despertar de una generación que quiso cambiar las cosas. Hoy nos conformaríamos con un paso.
El aerógrafo fue un compañero más que muchos artistas utilizaron "tímidamente".  Es de reconocer que fue una época de expresiones más que de técnicas, puede ser esta la rázón por la que pareció ser tán tácita su participación, sin embargo, fue como muchas, una herramienta. No lejos estaría el momento en que, como todas las cosas, iría llegando el momento de hacerse notar por si sola.







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