Historia del Pin Up

HISTORIA DEL PIN UP

CAPÍTULO ESPECIAL


Pocas veces en la historia gráfica del siglo XX, nos encontramos con pocos ejemplos tan iconográficos como este.  Sin el apoyo de medios, prensa o managers de su tiempo como lo tendría una Diva del cine de Hollywood, o que se interesaran en su divulgación oficial por sus fotos. 


Con un simple ensayo, sin profesionales, sin estudios, sin maquilladores ni agentes. Con uno o dos amigos practicando ensayos fotográficos y caseras películas, de extrañas y sugerentes historias que consecutivamente, se convirtieron en un juego pecaminoso e impulsivo, que comenzó como un juego adolescente mal guiado, y terminó muy mal. 



Una imagen diferente, que encontró un público tan poderoso y sediento de saciarse como los propios cinéfilos. En una época difícil en materia de censura, racismo, discriminación, segregación, derechos civiles y libertad de expresión, que justo formó el mejor escenario para ir en contra de lo establecido para vender lo prohibido, pero que era todo un campo de pólvora listo para explotar. 


Y contado sólo con un endiosado talento físico, un ideal y una ambición, envidiable todavía por quienes logran emitir tal energía de sexualidad y erotismo de manera natural y espontánea, sin el empuje de las cirugías estéticas y el photoshop. Sin otro sentido que hacer algo diferente y escandaloso, que inevitablemente se saldría de control.


El tiempo sin duda le otorgaría a esta casi, anti diva, la oportunidad de convertirse en una leyenda de un mundo “Underground,” convirtiéndose en leyenda urbana, y el estereotipo del fetiche del mundo del Kustom, siendo un ícono que nunca pasaría de moda.  Tal como muchas artistas y celebridades, que poca fortuna y fama lograron recaudar por sus talentos y escándalos, este capítulo especial en la historia del Pin up rinde un homenaje a la musa de toda una generación rebelde y desatada.


Betty  Page




La Historia del "Ángel  Negro"


Redactado y compilado por
José L. Parada C.
Director Fundador
Action Art Europe
Escuela de Aerografía
y Bellas Artes.
www.actionart.es

Segunda de seis hermanos, Bettie Mae Page nació en Abril de 1923, de familia de escasos recursos, de forma de vida inestable y de constantes mudanzas, Bettie se hizo cargo muchas veces del cuidado de sus hermanos, enraizada en los valores conservadores, sus discrepancias con su madre, facilitaron en varias ocasiones los abusos de su propio padre, de índole físico y más allá.


La joven Bettie sin embargo, y a pesar de la presión económica, familiar y social de su tiempo, supo aprender a mantener y jugar con esa “doble manera de vivir”, una que se vivía fuera casa y su otra incómoda realidad íntima y resentida.


La joven Bettie fue siempre destacada en sus estudios y actividades re creativas, incluyendo: la costura, el teatro, trabajo comunitario estudiantil y deportivo. Más tarde la joven Bettie se mudó sola a San Francisco, ciudad sin duda especial, y dónde su inspiración por emerger su verdadera personalidad desinhibida y auténtica, deseaba encontrar un oportunidad para expresarse como las famosas estrellas mediáticas de entonces. Ocupándose en trabajos de secretariado y de oficina, la semilla del cambio ya estaba sembrada. Verse al espejo y observar lo que escondía debajo de los conservadores vestidos de oficina con los que establecía buenas relaciones sociales, y le aseguraban una posibilidad de trabajo en la sociedad, eran solo parte del proceso.




Con el tiempo, Bettie confirmaba lo fácil que le resultaba llamar la atención por su única y peculiar sonrisa ingenua, revestida de escondida sexualidad.
En 1945 consiguió una audición en Hollywood para intentar incluirse en el mundo del espectáculo. Desafortunadamente, su imagen fue mal encausada, ya que otros estereotipos se imponían frente a la originalidad  de Bettie, que para nada quería parecerse a Joan Crawford o Betty Grabel.  Años más tarde, la propia Betty comentaría que estaba segura de que no entraría en Hollywood  si se hubiese acostado con todos los que le prometieron una carrera al estrellato, y que internamente estaba segura que era “demasiado ella misma”, para convertirse en otra cosa preparada y transformada en algo que ella nunca sería. Pero en aquellos años, confesaría l apropia Bettie, la juventud estaba marcada por la falta de experiencia. Sin embargo, no se desilusionó, incluso, comenta que rechazó al propio Howard Hughes, al que conoció en persona, pero que sentía debilidad por las rubias.







Teniendo la oportunidad de probar suerte como modelo publicitaria en Miami, Tenesse y Haití, Bettie regresó a U.S.A en 1947 para divorciarse de su primer marido.



Establecida en New York en 1950, y trabajando como secretaria, Betti conoció a un policía llamado Jerry Tibbs, aficionado de la fotografía, con su ayuda creó un primer concepto de calendario Pin up con el que pretendía abrirle camino a su carrera en los medios.  En esa época ya estaban establecidas de manera clandestina los “clubs de fotografía”, cuyo objetivo real era poder vender sus productos clandestinos, evadiendo todo tipo de restricción judicial y fiscal. Comenzando de manera lenta, rápidamente pudieron establecer una enorme clientela, lista para consumir lo que ahora es pan de cada día: pornografía.






Intentando buscar una oportunidad, inevitablemente Betti se convirtió primero en una “cheesecake” modelando de manera ingenua y risueña. Por un lado, su rostro inmediatamente fue bien recibido por el público, pues su especial energía quedaba pícaramente plasmada en las fotos, resultó ser muy fotogénica y pocas fotos se desechaban.





Poco a poco, un sin número de revistas le contrataron para múltiples anuncios, y financieramente su vida dio un cambio provechoso, pero, irónicamente y según cuentan leyendas urbanas alrededor de su imagen, muchos de esos anuncios terminaban decorando casilleros deportivos, talleres mecánicos y baños públicos. Lógicamente, su sugerente y provocativa imagen tenía un distintivo de dos caras: Una ingenua y pícara, y la otra oscura y perversa, la combinación de ambas, era pura dinamita.




Durante la primera mitad de los años 50´s, la fama de Betti llenó anuncios de todo tipo, las agencias prácticamente le veían todos los días y podía dirigir una sesión fotográfica casi sin instrucciones, aparentemente en este período pudo controlar su trabajo casi como siempre se lo había propuesto.





Uno de los secretos de su fama, fue  que la gran mayoría de las fotos prohibidas fueron sacadas por su marido, muchas veces su desinhibida facultad de posar ante la cámara, era justamente que ella decía verlo como un juego erótico íntimo y que luego su marido desidia venderlo a terceros.






A principios de 1957, Bettie fue contratada por el fotógrafo Irving Klaw, el cual justamente surtía de material sexual a las revistas censuradas por la legalidad reinante. Los trabajos de tipo bondage y sadomaso, sobrepasaron las ventas esperadas, ya que aquella ingenua modelo de anuncios de productos para el hogar, de repente desataba lo que estaba escondido bajo las faldas.





Un indeterminado y no identificado número de clientes especiales, vinculados a derecho, la gran empresa, la banca y la política, ordenaron muchos Films y fotos de la modelo posando con estos sugerentes juegos sexuales y fetiches de todo tipo, incluyendo algunas fuertes, de dominación explícita o indecorosa. Sin embargo, y dicho por la propia Betti, jamás se filmaron o fotografiaron escenas explícitamente pornográficas.  Sin embargo, con los años, pocas fotos de este tipo de la modelo han quedado como testimonio irrefutable de su afirmación, y posteriormente, tras su caída, se piensa que muchísimo material de este tipo fue destruido.



En 1959 los intentos por convertirse en actriz o llegar a la televisión fracasaron, a razón de que los directores o productores no veían una actriz en la famosa modelo de bondage, si no una bomba erótica que ya no podía salirse de su propio personaje, y que irrefutablemente, muchísimos conocían detrás del escenario, y se temían las consecuencias morales y económicas de sacarla a luz ante los medios haciendo lo que hacía, sin verse cuestionados por ello.




Viendo sus ambiciones bloqueadas, un amigo suyo, el fotógrafo Yeager envió sus fotos a Hugh Hefner, el creador del Imperio Playboy. La famosa foto de Betti vestida de santa Claus ha pasado a historia del Pin up como ícono de una generación.


Betti obtuvo el Miss Pin Up girl of the World, y apodada la Reina de las curvas, pero fue sin duda Playboy quien la apodaría: “El Ángel Negro”. Ya que las innumerables modelos Pin Ups eran rubias al estilo de Marilyn Monroe, la imagen de Betty Page era todo lo contrario, una rebeldía poco común en su tiempo. La demanda de la Playboy duró años, posando finalmente desnuda para muchos números. La carrera de Betty había llegado a la cumbre.





Sin embargo, en 1962, la carrera de la modelo se detuvo. Según el comité de delincuencia juvenil del senado americano, luego del supuesto fallecimiento de un joven, muerto durante una sesión de sado maso, en la que la modelo trabajó, terminó con el fructífero negocio clandestino que durante casi una década, y de manera ilegal, venía enriqueciendo la fortuna de la modelo.





Cuando el escandaloso caso de la muerte de un joven llegó al congreso, Betty Page fue llamada a declarar para explicar la razón, origen y uso del material fotográfico en el trabajó durante años. Por varios motivos, la modelo se excusó de testificar, presionada por los poderes que compraban dicho material sexual y no querían caer en el escarnio público. Su silencio y evasiva para declarar,  indignó y llevó a los grupos más conservadores de su tiempo a organizar una verdadera cacería de brujas en su contra, destruyendo un gran material fotográfico, y persiguiendo a las muy establecidas imprentas ilegales del placer. El escándalo y la difamación contra la modelo estaban servidos, sus innumerables fans no podían defenderle por no verse incriminados públicamente por comprar aquellas revistas tan subidas de tono, y menos en la conservadora Norteamérica de los 50´s.





Durante este agitado período Betti se convirtió a una Iglesia cristiana bautista, pero tras su segundo divorcio en 1963, los misioneros evitaron su participación por no tener esposo y no poder excusar su sórdida fama.  Puede decirse que en ese año su carrera como modelo terminó, ya que tras los escándalos públicos y la persecución judicial por sus trabajos ilegales, bloquearon moralmente la posibilidad de que la modelo volviera a los medios, su imagen quedó vetada, y quienes le contrataran quedarían igualmente marcados por el escarnio de  una sociedad encasillada en la depuración moral.


A finales de los años 60´s y principios de los 70, tras su cuarto divorcio, se mudó a California. En 1972 su salud tuvo una gran recaída nerviosa por múltiples actos de agresión casera. Luego de ser tratada bajo régimen médico, se le diagnosticó esquizofrenia aguda. Siendo arrestada en varias ocasiones, siendo algunas por “locura”, fue recluida y puesta a disposición de entes gubernamentales en un sanatorio durante ocho años más.




Fue dada de alta absoluta en 1992.



Durante más de 25 años la imagen de la modelo había pasado al olvido, pero en 1984, un artista del Cómic llamado Dave Stevens investigó algunos hechos relacionados con la vida de la extinta Diva. Tomado su imagen como inspiración, recreó su personaje en la propia Betty. Dicho fenómeno gráfico alimentó una hambrienta necesidad de saber ¿Qué había pasado con la mujer detrás del mito? Tras dicha búsqueda, no fue si no el propio presidente de la Playboy quien pudo dar con ella. Ya las fotos de la modelo habían caído en disposición libre, por lo que su autoría y derechos ya no existen.




En 1993 Bettty Page concedió una única entrevista televisada en la que no mostró su rostro, pero finalmente en una gran celebración de la revista playboy, Betty Page, ya de 70 años, salió  a la luz a los medios, sorprendiéndose del alcance que su fama había tenido y de la manera en que su iconografía había resurgido del olvido.


Durante los últimos años, Betty Page continuó asistiendo a eventos acerca de su leyenda y sus años oscuros para el E TV, MTV entre otros.




Betty Page falleció el 11 de Diciembre del 2008, a los 85 años de edad por un fallo cardíaco y complicaciones por neumonía.




En el próximo capítulo de la Historia del Pin Up:


1950
Lo que hizo una...Lo hicieron todas!!!






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