EN MEMORIA DE H. R. GIGER´S

UNA NOTA DE AEROGRAFÍA ESPECIAL



LO QUE  GIGER´s  NOS DEJÓ



Por José L. Parada C.
Director Fundador
Action Art Europe
Escuela de Aerografía
Y
Bellas Artes.




Para cualquier aerografista proveniente de la generación de los años 90´s, es muy fácil considerar y reconocer a un genio artístico como lo fue el recientemente fallecido H. R.Giger´s , para mí uno de los grandes surrealistas del arte contemporáneo.


Su monstruoso y famoso primogénito, sus infernales obras, sus necrofilitas pinturas y deformes rostros, dignos de los más perturbadores pensamientos del mundo oscuro del que siempre se rodeó, y se dejó influenciar, podrían ahora ser vistos como dibujos cómicos o retorcidos para algunos.




  Conceptos pasajeros y volátiles de una contemporaneidad bastante gastada y explotada por los medios que destacan al horror y el terror como formas de comercio muy bien aceptada por incluso, niños y pubertanos. Jóvenes que ya poco se dejan impresionar por dibujos demoníacos sin pensar cómo les podría alimentar la imaginación, o al contrario, cambiarles el sentido de la realidad.




Sin embargo, y muy a mi parecer, cuando el mundo presente, invadido por el Internet  y sus afluentes nos han puesto el mundo en un dedo y un click, he podido constatar diariamente, ya sea por la violencia, la crisis económica mundial, las guerras y las segregaciones raciales,  la agonía de la política por hacer cuanto pueda por no soltar el poder, el narcotráfico, la trata de mujeres, el tráfico de órganos, la contaminación ambiental, el cambio climático o los grandes desastres naturales, que como siempre la realidad supera la ficción en todo sentido, y que pocas escenas cinematográficas se quedan cortas ahora ante los escenarios de las sociedades actuales, y su casi surrealista convivencia con el hambre, la represión, la segregación, la muerte, la violencia, la desgracia o la enfermedad.





Tal vez por esta realidad actual tan cruda, agresiva, sangrienta y degenerativa, que decora los comienzos del siglo XXI de muy mala manera, la obra de Giger´s podría ahora ya no causar el impacto emocional y hasta emocionante que causó en su momento, cuando aquel incubado y xenoformo engendro extraterrestre, hacía estallar el pobre y destripado cuerpo de su víctima, en el que se había gestado y esperado su momento para iniciar su insaciable apetito por nuevos incubadores humanos. 


En 1979 cuando el cine no mostró totalmente aquellos impulsivos asesinatos en serie dentro de una aislada y gigantesca nave espacial llamada el Nostromo, y enviada a propósito para que su tripulación fuese entregada como cebo a esta magnifica arma biológica que nunca llegó a la tierra, gracias a la famosa mártir y heroína espacial la Teniente Ellen Ripley, inmortalizada por la famosa actriz Sigourney Weaver (64) en su primera parte en 1979, la segunda e icónica en 1986, y la pésima tercera parte final en 1992.







El cine de Ciencia Ficción Fantasía y Horror, así como la Ilustración Fantástica convirtieron la obra de Giger en íconos y "arquetipos", una y otra vez usados ya casi hasta la saciedad por más de cuatro generaciones que no han podido despegarse de la pasión de la muerte espacial y los combates con la ya casi mascota asesina: El Alien y todas sus sagas, formas y refritos.





Pocas veces nos tomamos un momento para entender al genio cuando no lo era, siempre pensamos y juramos que los grandes artistas “nacen”, pero cuando analizamos un poco la fisonomía, la cultura, la época en que un artista como Giger´s nació y se crió, su juventud y familia, nos sorprenderíamos al darnos cuenta de que miles de jóvenes en muchas partes del mundo, han tenido casi las mismas influencias, crianza y niñez que el propio Giger´s tuvo.







Criarse y educarse en la represiva sociedad de la Europa de los años 40´s y la desatada revolución cultural de los años 60´s.  A su vez, si estudiamos un poco su biografía podríamos fácilmente  deducir  que este maestro de horror artístico tuvo una infancia tan fuera de lo común como cualquiera, con la diferencia “a mi juicio” en que Giger´s lo sabía y los demás no, ser muy inteligente “dentro de su locura” lo hizo tan grande como su propia forma y sus misteriosos reinos.







El hecho de haber usado un “aerógrafo” durante cuarenta años y hacerlo de la forma en que lo hizo, es sin duda una prueba muy reflexiva y a la vez contundente de que la aerografía siempre ha sido un arte, dependiendo siempre en qué manos cae. En el caso de Giger´s no hay discusión.






Haber logrado tanto con tan poco (me refiero a que Giger´s usó siempre el color pardo y el negro, más que el azul, el rojo o el verde) da mucha cabida a pensar en lo claro “aunque suene un poco extraño usar esa palabra en un mundo de sombras” para emancipar y construir el Imperio y Reinos de sombras que su herencia estética describió con extremos detalles.





Tal manera de plasmar su estilo prácticamente no dejó casi ninguna otra posibilidad para que algún otro artista “hijo de las sombras” pudiera reconstruir o mostrar de otra manera “mejor”, y que a pesar de que  su obra ya no pudo “evolucionar más”, no importó a la hora de que cientos de otros artistas o cineastas quisieran aterrar al mundo cuando la oscuridad de la muerte fuese necesaria. El terror y la forma de asustar de Giger´s se quedaron para siempre, y muchos seguirán usando sus maneras aunque no sepan ni quien fue.



En una opinión muy personal, está claro para mí que Giger´s supo muy inteligentemente canalizar lo mejor que pudo el límite entre su pensamiento mágico y el mundo real, he ahí la clave de su éxito. 


Él era él y su obra era su obra. Al contrario de lo que ocurre cuando un artista no puede separar el mundo que pinta y expresa de su propia vida, forma una misma cosa y termina como miles de artistas. 


Sin embargo, Giger´s sabía lo que hacía perfectamente. Sumergió una parte de su juventud en conocer una fanática locura donde exploró y probó muchas cosas que derrumbaron  fuertes elementos inhibidores de su personalidad moral y desató el poder de su genio, su salud pagó otro precio que contribuyó a sus evidentes problemas físicos y motores que se marcaron con la edad y la vejez.


Finalmente Giger´s era un surrealista total, siempre insisto en que muchos aerografistas son artitas y también tienen mucho de surrealistas, porque la aerografía estuvo vinculada por más de veinte años al mundo de la publicidad y la industria editorial. 


La técnica por su propia naturaleza siempre transgrede la realidad que se plasma, aún escondida por el más impresionante hiperrealismo que ayude a expandir su cultura, la aerografía es surrealista por naturaleza, con lo cual no es difícil romper ese lindero de la imaginación y comenzar a caminar por nuestros propios mundos, la aerografía siempre fue así y Giger´s eso nos lo dejó bien claro. 


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