HISTORIA DEL KUSTOM 8

Historia  del  Kustom 8



¿QUÉ DIABLOS ES ESTO?



Compilada y redactada por

José L. Parada C.

Fundador, Director

Action Art Europe

Escuela de Aerografía Profesional

Y de Bellas Artes.

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Lo degenerativo, irreverente, obsceno y violento fueron unos de los más curiosos o llamativos aspectos del Kustom a mediados de los años 70´s.

Manteniendo todas sus adhesiones, ya conocidas hasta aquel momento, y que hemos descrito muy al detalle en los capítulos anteriores, se observó que dentro de sus oscuras y no menos sanas tendencias contra culturales, fruto de las escorias sociales influenciadas por la política y las medidas conservadoras de una sociedad, que gemía sus últimos suspiros de decencia inocua en pro de lo que nadie podía salvar, ya solo le faltaba rezar para imaginar conservar algo que la generación que llegaba pudiera rechazar por una supuesta lógica mágica de separar lo bueno de lo malo, bajo un convenio educativo que alejara a aquellos jóvenes ignorantes del desenfreno, y los acercara a la conciencia, e impidiera una muerte prematura seducida por el vicio o la perdición. Ya les digo yo, que ni una plegaria para evitar esas consecuencias les sirvió de nada.


  
El Kustom Culture había sentado sus “convicciones” claramente, pero a mediados de los 70´s el fenómeno de “exportación” del estilo Kustom se sembró en los espíritus más controversiales de aquel momento. 



EL termino: Anti sistema fijó sus venenosas semillas en otras tendencias muy distintas y alejadas de los ideales kustumeros, que para nada tenía relación con su progenitor, pero que  como bien lo dedicamos en este irreverente capítulo, su evolución fue como bien lo describimos: degenerativa, ya que simplemente; “Se pudo de moda ser malo porque sí”, y lo más fácil que se tenía a la mano para sacar malos  hábitos era el Kustom, porque sencillamente no se tenía conocimiento de otra cosa, acercado por la influencia del Heavy Metal, el fetiche, el piercing, la droga y pare de contar.


La llegada del LSD, la cocaína y la heroína supieron hacer todo el daño que pudieron, y desde entonces formarían parte de la cultura juvenil occidental para siempre, mal quedara el que quedara y matara a quien matara.



A este nuevo grupo de demonios ociosos no les llamó la atención ell sentimiento idealista de un sistema de vida Kustumero, de eso nada, absorbió  casi exclusivamente sus más bajos instintos de la Kustom Culture y se puso a inventar locuras.


El Punk “porquería”, como intenta traducir su nombre , fue bautizado por demostrar lo despreciable que se restriega a los ojos ante la opinión pública, y que choca visualmente contra ella para lastimar, molestar y no tener ninguna intención de cambiar nada, ni de irse a ninguna parte. Esto es mierda y se te huele mal, te la aguantas, por decirlo de alguna manera.


Lo malo se hizo abundante, los músicos malos también. La música hizo popular esta escalofriante tendencia que absorbió el veneno del Kustom y lo enalteció al extremo. Poco le importó al Punk ser arrojado de inmediato a los desechos o a la basura, porque realmente lo era, y como tal actuaba con la mayor de las indiferencias y de las inhibiciones.



Es curioso cómo algo como el Kustom Culture, que se arraigaba a sus convicciones gregarias, separatistas a veces, aislada del presente y empolvada de los estilos de la Post-Guerra hasta llegar a un individualismo más que ambiguo, un tanto intimista, haya servido como una antítesis que exportó casi como un secuestro generacional y que en lo absoluto sabía nada de él,  El Kustom le dio indirectamente al Punk la capacidad de poder ser él mismo el que rechazara al mundo, a la gente y al sistema entero con la mayor de las frialdades, y jurarse así mismo que él era quien podía ignorar al todo.



El rechazo social rebelde del Kustom Culture decidía siempre salirse de cualquier norma y crear su propio mundo, el Punk al contrario fue quien tuvo la fuerza de ser quien rechazaba al mundo porque para él no existía, él fue quien ignoró al mundo entero porque el mundo real era él.


Aunque realmente el Punk fue más una degeneración puntual de un momento en la historia de la música rock, debido al declive del llamado Glamour Rock de la Gran Bretaña, aquellos disfraces afeminados y andróginos terminaron convirtiéndose en el andamiaje de miles de grupos aislados que acabaron creando sus propios grupos y vida “underground”, agresiva, viciosa, violenta y tóxica.



La prohibición del mercado y la opinión pública en difundir gritos, mensajes, amenazas, insultos y obscenidades en las letras de aquellas canciones esquizofrénicas que incitaban al racismo, la segregación, la violencia, la muerte, los abusos sexuales y miles de locuras más, incendiaron la efervescencia de lo ilegal y salvaje. Daba igual hacer una jerga en un sótano, un parking abandonado o algo así, los Punks eran basura, y como tal les daba igual estar en cualquier sitio donde todo el mundo escupía.


Dentro de tanta locura la industria vio el dinero e hizo lo suyo, los supervivientes a veces ya no quieren ni acordarse. El Kustom siguió, el Punk no.



Mientras tanto, en la Norte América de mediados de los 70´s, otro extraño pero contundente fenómeno se alejó de los punks y destapó las publicaciones morbosas. Hubo un artista que inspirado en las formas de expresión más duras y características el Kustom Culture, no se le ocurrió otra idea que extraerlas y “sacar del armario” a la otra cara de la más machista de las manifestaciones humanas: su homosexualidad gráfica. Aquello si que fue un escándalo, pero si de dinero hablamos, no le fue nada mal.



Toukon Lassksonen, conocido en el mundo de la ilustración como: Tom de Filandia (1920-1991) sembró a su alrededor por razones gráficamente obvias, considerables discusiones, polémicas y problemas morales de muchos tipos, que le aislaron de sectores sociales y le dieron por otro fama y fortuna.




Su súper hombre con considerables dotaciones y musculación hiper trófica de caracteres superficiales y morbosos, crearon personajes con un estereotipo, igualmente anti cultural, irreverente y para algunos hasta ofensivo, porque utilizó justamente la identificación del vestir de oficios, trabajos o ideales culturales por lo general realizado por hombres heteros, y vistió con ellos a sus homo eróticos modelos, graficando explícitamente lo que desde hacía muchos años permaneció oculto bajo el velo de la extrema censura y heterosexualidad.




No tenemos conocimiento si el artista conocía los estereotipos y estilos del Kustom Culture, pero de lo que no queda duda es que si le sacó mucho partido al mismo y con sus gráficas los ilustró hasta el cansancio, parece que indirectamente y justo en una época de reivindicaciones sociales de sectores  marginados y segregados tal como lo fue la Kustom Culture en su momento, y varios períodos, la imagen del Gay man secuestró del Kustom algo que los propios Kustumeros odiaron que hiciese, aunque a miles de partidarios del Gay Kustom se lo quedaron para siempre.



Como muchas formas de expresión perseguidas y reprimidas, el Kustom comenzó a servir por si mismo en fuente de ideas, formas y aditivos para artistas, modas y tendencias que seguían intentando imponerse, salir a la luz o explorar extremos que forman parte inherente de los comportamientos humanos, fuesen sanos o no.



En el próximo capítulo de

La Historia del Kustom 9



80´s

¿Después del sida qué quedó?



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