AEROGRAFÍA Y TATTO
Aerografía y Tatto
¿Qué si y qué no?
Redactado por
José L. Parada C.
Co Fundador
Profesor
Action Art Europe
Escuela Aerografía
Y Bellas Artes.
En un momento de la historia contemporánea estas dos
maneras de hacer arte confundieron a muchos en cuanto ambas tocaron la
piel. Si bien ambos artes conviven en el
Kustom como una forma de expresión bastante clara y evidente, muchos las
relacionan como si fuesen una misma cosa, o una proviniese de la otra o fuese
una consecuencia una de la otra.
La aerografía puede decorar la piel sin problema,
aplicar bronceadores, tintes de cierta permanencia, hacer arte y mucho más,
pero realmente no puede tatuar.
El Tatto por el contrario si queda permanentemente adherida
a la piel casi para siempre porque si se inyecta dentro de la piel y la marca o
pinta de manera indeleble.
Sin embargo el parecer de la gente que siente cierto
vínculo de la aerografía con el tatto, no está tan equivocada del todo.
No es porque el aerógrafo tatúa ni porque la máquina
de tatuar pinta murales etc. Es porque ambas parecieran tener la misma forma de
aprenderse, y que gracias al ir y venir de la cultura Kustom, ambas formas de
hacer arte han terminado expresando casi lo mismo.
Por eso en este interesante capítulo analizaremos un
poco ambos mundos y veremos cómo la aerografía y el Tatto terminan llevándose
muy bien, aunque realmente no tienen que ver nada una cosa con la otra.
¿Qué sí?
Aprender bien la aerografía como técnica de
ilustración mecánica requiere un uso constante, decidido y motivado a controlar
el aerógrafo para obtener excelentes resultados. Al principio muchos lo usan de
forma lineal por defecto, al tiempo varían las formas de pintar hasta
entenderlo y terminar personalizado los trazos con el que cada quien
pinta y se
satisface.
El Aerógrafo se usa en diversas distancias y
acercamientos a los soportes dependiendo del modelo o detalle que queremos
pintar, desde una gran nube hasta pestañas muy finas.
Por tal motivo puede decirse que quien aprende
aerografía termina aprendiendo a dibujar, porque la constante insistencia
lineal que los principiantes hacen cuando comienzan, termina ayudándolos a
dibujar con destreza y exactitud, es decir, logran dos objetivos en uno.
Un tatuador debe aprender a usar su máquina con
destreza igualmente, si un tatuador dibuja, se le hará mucho más fácil aprender
a tatuar a razón de que conoce los principios del dibujo y los aplica a sus
trabajos, resolviendo sus ideas o bocetos previos al arte que tendrá que
resolver.
La Aerografía siempre es creativa al igual que el
Tatto, porque aunque copien de una foto como referencia, ambos resultados son
exclusivos, porque aún repitiendo el mismo motivo, nunca quedará igual al
anterior, siempre que se haga un trabajo nunca se podrá copiar una segunda vez
con la misma exactitud que el primero.
El aerógrafo y la máquina de tatuar se sujetan de
manera parecida cuando se van a usar, usando
el pulgar y el dedo índice con indispensable agilidad, por eso pareciera
que ambas máquinas funcionasen igual.
Por eso muchas veces hay aerografistas que combinan
muy bien el arte de hacer aerografía y el arte de tatuar, porque el manejo de las respectivas máquinas se parece.
¿Qué no?
El aerógrafo usa aire comprimido proveniente de un
compresor para hacerse, la máquina de tatuar electricidad.
El aerógrafo nunca toca los soportes sobre los que
pinta, la máquina de tatuar inyecta la piel directamente.
La aerografía usa cualquier pigmento diluido en
agua, alcohol o disolvente para pintar sobre diversos soportes, la máquina de
tatuar solo pigmento para la piel.
No se puede tatuar con un aerógrafo ni pintar
aerografía con una máquina de tatuar.
¡Pero!
Un aerografista no tendría ningún problema en
aprender rápido a tatuar y un tatuador tampoco tendría problema en aprender
aerografía, porque ambas formas de hacer arte trabajan comercialmente en la
misma línea de productos exclusivos, personalizados y sobre todo artísticos.
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