EL FOTO REALISMO

FOTO REALISMO.

Las tendencias y técnicas de hacer aerografía sobre superficies, y encontrar resultados cada vez más impactantes, siempre han caracterizado la evolución de la propia técnica durante décadas.

La aerografía ha tenido en estos últimos 7 años una vertiente muy curiosa, para algunos muy complicada de hacer y para otros imposibles de realizar, porque la consideran muy difícil de ejecutar sin desilusionarse de sus primero resultados bastante errados en algunos casos, o equivocadamente se piensa que se necesitan años de práctica para el trabajo sea excelente, tiempo si pero años no.

Sin duda, cuando un aerografista con cierta experiencia tiene paciencia, se sienta a analizar paso a paso este proceso de hacer aerografía, tiene un buen instructor con pedagogía y amor por su trabajo, y se le informa de los materiales correctos para su aplicación, entonces el resultado deseado no tardará en aparecer gracias y ayuda de la práctica, la comparación, las correcciones y la experiencia que cualquier persona necesita para que siempre las cosas le salgan bien.

En este capítulo de nuestro Blog explicaremos de manera general de qué va esta tendencia cada vez más popular de hacer aerografía en pequeño formato y que tanta curiosidad despierta en aquellos que no la conocen:

El Foto Realismo.

La aerografía pudo alcanzar esta perfección gracias primero a la evolución de la química en materia de productos para pintar aerografía, como lo fueron los pigmentos ya diluidos especiales y casi específicos para esta técnica, los cuales requieren en su mayoría de un “reductor” o líquido especial que ayuda al pigmento a “extender su capacidad de pintar” a fijarse y poderse trabajar, haciendo rendirlo y evitar que se agote rápidamente.

Para los aerografistas es bien sabido que los acrílicos siempre están concentrados, con el fin de que el producto dure lo más que se pueda y para que perduren lo más posible. Con las medidas de agua correcta se hacen solubles y se aplican a los diversos soportes según el caso. Los reductores cumplen casi la misma función del agua con la diferencia de que el color se extiende sin perder su tono original, cosa que no ocurre con el agua, la cual extiende el color pero baja su tono según el gusto del artista. Ambas formas de trabajar funcionan muy bien.

Los soportes para la técnica del foto realismo no es papel común que podríamos usar corrientemente para hacer aerorgafía, ya que el papel o las cartulinas están hechas de fibras. En el foto realismo se usan comúnmente hojillas tipo bisturí muy afiladas y punti agudas como el cúter por ejemplo, capaces de “rascar el soporte” para extraer el color y dejar el blanco del soporte con la intención de sustraer el color y dejar los claros, las luces, los brillos o los pelos blancos en primer plano, dando ese aspecto tan real que encanta a los ojos.

Lógicamente el papel podría no soportar ese trato, por lo que acabaría “rompiéndose o herido” impidiendo que el efecto quede bien. Por eso se prefiere todo tipo de soporte “muy liso” o las ya conocidas “láminas de POLIPROPILENO”. Este especie de papel realmente lo parece, pero no es papel, es una fibra sintética muy parecida pero que permite el raspado de las hojillas, lo borradores más inclementes y la aplicación de diversas capas de color que volverán a hacer borradas, acomodadas y vueltas a rascar, obteniendo el efecto real que queremos.

Algunas personas o aerografistas no están muy convencidas de aprender foto realismo porque tal vez no le encuentran otra aplicación fuera el polipropileno, pero ya les digo yo probando se descubre que no.

El foto realismo o sus efectos pueden bien probarse sobre otras superficies y aunque no queden exactamente igual que sobre el polipropileno, igualmente sus rascados y/o borrados podrían dar aspectos deslumbrantes a los poros de la piel y hacernos creer que aquella ilustración tan real compite muy bien con una foto o con una ilustración digital.

Como sea, aprender foto realismo resulta una experiencia entretenida, enriquecedora y que a los que hacemos aerografía nos ayuda a completar y nutrir nuestro trabajo, ganando respeto y superándonos a nosotros mismos en todo lo que hacemos.